jueves, junio 23, 2005

Trasero que veo...

Esteeemmm, no sé si este será el mejor título para comenzar este blog (guau, como somos fashion, decir weblog está demodè; aunque pensándolo bien, lo demodè es el propio término)... decía que no es un buen título, quizás, tal vez... pero a lo que iba es a hacer una ligera reflexión acerca del motivo originario de este blog.

Sí, ya sé, ahora todos tiene blog, como tienen télefono móvil/celular y al menos una casilla de "imails". Bueno, no todos, pero varios. Yo no tenía. Tampoco tengo móvil... aunque tenía, pero de este lado del océano no sirve más que como reloj despertador y para mandarse la parte de vez en cuando. Lo cierto es que cualquiera podría pensar que hice un blog porque "como no voy a tener blog, si es lo más, fieriiitaa, locoooooo...". Mmm, en realidad es por un motivo un poco más simple (simple desde cierto punto de vista). Resulta que mi hermanita Malenita se hizo un blog... no, esperen, no es una cuestión de envidia, claro que no. Algunos pensarán que yo pensé: "claro, si Male, que siempre fue medio queso con la compu, tiene uno de estos blogs, y le quedó tan bonito, ¿cómo yo, que soy el computófilo de la familia, no voy a tener uno mío?". Es muy típico de esos algunos que piensen huevadas como esa, claro... pero no es así. Sí, cierto es que el blog de Malemar tiene la culpa, pero no por esa razón de tan escaso vuelo...

La razón es que para hacer comentarios a las entradas del blog de Male, había que estar registrado en Blogger. Mmmm, lo cual, ¡oh!, implicaba hacerse una cuenta, y ¡oh!, un blog! Así que es es el verdadero motivo de la existencia de este simpático blog (y dale con la palabrita, que suena irremediablemente a blob, una burbuja de alguna sustancia preferentemente viscosa, típicamente verde, y que se encuentra a gusto en compañía de calderos, pantanos inmundos y bañistas digiriendo su último guiso de lentejas).

Esteeee... aunque pensándolo bien, quizás la envidia y el orgullo en realidad sean razones un poco más, por así decirlo, filosóficamente interesantes. Es más, si eran razones de escaso vuelo, entonces el motivo de este blog está más bien emparentado con lombrices agorafóbicas. Pero cumplido está el objetivo de esta introducción, que era explicar el por qué de este blog (blog, blog, blog, me ahogo en barroooooooo).