martes, febrero 06, 2007

Un cortito desubicado

A diferencia de lo que es habitual, en vez de explayarme extensamente sobre los sucesos de mi vida, quiero recomendarle otro blog (pero lean antes la entrada de más abajo, que es nuevita, si todavía no lo hicieron). Se llama Orsai, y lo hace un argentino que vive en Barcelona o en Alicante (creo). Si son argentinos y viven o vivieron en España, es especial para ustedes. Si son españoles, creo que igual le pueden sacar mucho el jugo, si no se ponen muy quisquillosos y lo usan para hacer algo de autocrítica sin sacar el gnomo nacionalista de su jaula. Incluso para argentinos viviendo en otras partes del mundo, muchas cosas del gran tema "argentinos ex-contextuados" les van a sonar conocidas.

Ea-ea, pe pé! Eso es todo. Después me cuentan.

lunes, febrero 05, 2007

Volando vengo... volando me voy

En las nubes

Hola! Disculpas por el largo salto entre la última entrada del blog y esta. Pero es que diciembre y enero han resultado meses muy intensos. Para mí se hizo invierno, luego verano, luego masomenos, verano y muy invierno de nuevo. Cambié de estado civil, y ya no marco más en la casilla de "Soltero/Single" (excepto para impuestos acá en USA). Cambié de casa. Cambié de colchón, y ahora tengo mi propio edredón de IKEA. Cambié de año también, pero eso lo cambiamos todo.

"Cambia, todo cambia..." canta la negra Sosa (eso para los que creen que reniego de las raices populares).

Mi primer visitante

Unos días antes de tomar el vuelo que me habría de llevar hacia el Sur, tuve el agrado de recibir a mi primera visita desde que vivo en Maryland: el mismísimo signore Matías Figueirido, más conocido como Fido o Fatty, que hizo en College Park su primera parada en sus vacaciones de invierno. Así que nos fuimos a comer Sushi, beber un botellín de noble oporto (qué pudimos comprar porque no era domingo, los domingos los liquorstores no pueden vender aguardientes y otros licores, supongo que para que la gente no vaya muy borracha a misa), y al día siguiente, tras una pasadita por el lab para guardar mis gusanos en Fluoromount G, nos fuimos a DC. Lástima que quedaba poco de día... aunque debo decirles que acá en invierno queda poco de día desde el momento en que sale el sol. Bueno, que nos pusimos al día, intercambiamos remeras (yo ahora tengo una de la Universidad de Indiana, y el la colorada de los Terps), y una noche tormentosa fuimos caminando al campus a buscar a su amiga Seventeen, que se había empacado tratando de llegar a mi casa siguiendo mis bastante decentes direcciones. Y con la rubita y su novio, partió Fatty a Baltimore en busca de nuevas aventuras. Vean su blog y sus fotos para más datos.

Volando a casa


Tras la partida de Matías, me aboqué a preparar todo para la partida. Sabiendo que a poco de regresar me tocaba mudarme, y que Tony podría querer mostrar la habitación a algún nuevo inquilino, empaqué, guardé y cajonié cosas, hasta dejar la habitacion casi como la había recibido. Y luego me tiré en el colchón sin armar, a dormir hasta las 4 AM, hora en que me tenía que levantar para ir al aeropuerto.

Si alguna vez me vienen a visitar, y vuelan para Washington DC, verán que la ciudad está servida por tres aeropuertos internacionales: IAD (Dulles International), BWI (Baltimore-Washington) y DCI (Ronald Reagan International airport, ajjjjj). No dan todos igual. Por lejos, el más comodo es DCI, que está enclavado en el medio de la ciudad, y tiene su propia estación de metro. Luego, BWI, que está bastante lejos, pero hay una línea de colectivo público que por 3 dólares los deja en Greenbelt Metro Station, y de ahí van a donde quieran (están a una estación de mi casa nueva). Y por último, está IAD, que queda en la loma del culo, con opciones de transporte bastante caras, y al que por algún extraño motivo todos los vuelos llegan a horarios ridículos.

Y por supuesto, mi vuelo salía a un horario ridículo de IAD. Pero a veces uno tiene un angel aparte (o mucho orto, o mucho carisma, que en el fondo es mas o menos lo mismo), y una peruana compañera de una de las materias de la uni se ofreció a pasarme a buscar y llevarme! Ahí me di cuenta de lo distinta que es la gente en Latinoamérica respecto de norteamericanos y europeos. Porque pensandolo con perspectiva, es muy probable que yo hubiera hecho lo mismo por otro en una situación complicada como la mía, de haber tenido coche y tal, y seguramente muchos de ustedes también... pero no es el tipo de cosas que salen espontáneamente a la gente de acá. No porque no sean amables (lo son, y mucho...), pero supongo que no se les ocurre, qué se yo...

Resumiendo, que Noelia se levantó a las 3 y media de la madrugada de un sábado, me pasó a buscar por casa, me llevó al aeropuerto (más de media hora de viaje en coche), y hasta me dio unas barritas de cereal que había traído porque ella ya había viajado en TACA, y sabía que el viaje es largo y los alimentos a bordo son pocos. Y yo le obsequié una botella de Navarro Correa Cabernet Sauvignon Edicion Limitada que había encontrado en un liquorstore de Greenbelt.

Un comentario sobre TACA. Es bastante económico, los aviones suelen salir y llegar puntuales, y no tuve problemas, ni a la ida ni a la vuelta. Pero son vuelos cortos, y yo tuve que viajar en tres aviones distintos para llegar de DC a Buenos Aires, y otros tantos para volver. Y cansa. Claro, que uno se olvida del cansancio de toque cuando, tras otro empujón del angel, esquiva rápidamente a los controles de aduana y sale para ver a su amorcito del otro lado.

Navidad santafesina

David y Helena, que vinieron a buscarme con Paula a Ezeiza, nos llevaron hasta lo de Daniela y Miguel, donde nos esperaba el tramo siguiente de nuestro periplo rumbo a Venado Tuerto. Viajamos en coche por las Pampas, intentando que nuestro equipaje techo-transportado no se nos quede a mitad de camino, y pasamos un tren que me hizo acordar mucho a mis gusanitos. Y finalmente llegamos a Venado, ciudad natal de mi padre y de mi hermana mayor, y a la casa de mis abuelos.
Allí pasamos la navidad, felices en familia, y las fotos las subiré en algunos días. Prometo...

Rodando al Sur

Y tras las navidades, partimos con Pau rumbo al sur. Ya habíamos concretado los planes: llegábamos, y casi enseguida nos ibamos para los Puelos, con mamá y mis hermanas, a pasar el Año Nuevo. Y también a preparar un poco el Evento, claro.

Es bien sabido que todo argentino en el extranjero añora muchas cosas del pago, y de esas cosas, una de las más deseadas es el asado. Y yo vine con idea de comer un asado cada vez que pudiera. Así que sugerí hacer un asado para la cena de Nochevieja, y un asado preparamos, junto con Román. Aunque se caiga el cielo... que fue más o menos lo que sucedió. Nuestras familias fueron testigos de una épica lucha contra la lluvia más torrencial que vi en una Nochevieja patagónica, pero en la cual el asado salió como tenía que salir... (bueno, o aproximadamente, pero siempre podemos echarle la culpa al carnicero)... nosotros quedamos un tanto empapados, pero con el corazón contento. Y al día siguiente, a la playa! Y por la noche, a practicar la vida del viajero en el motorhome! El discreto encanto de las vacaciones de verano.

Se viene, se viene, pero antes...

La vida del biólogo es un apostolado. Porque a ver, cuántas mujeres que conocen se van a trabajar a la montaña una semana antes de su boda? Y a ver, de cuántas parejas saben que se hayan ido juntos de muestreo tres días antes del casamiento? Eh?

Bueno, seguramente bastantes, porque acá somos biólogos unos cuantos. Pero bueno, sólo para que mediten sobre qué fanáticos que podemos ser, no?

Cuestión que subimos al Chalhuaco a tatuar renacuajos con un plastiquito especial. Pau fue más adelante, y seguían vivos! Así que se ve que no les hace tanto daño que le claven y le revuelvan un poco una agujita.

Y con tanto viaje, quedamos medio cachuzos. Yo me engripé un poquito, pero se me tuvo que pasar de toque porque cuando nos fuimos al hospital Paulis se impresionó un poquito y decidió echarse un desmayín justo antes de entrar al coche. Cosas que pasan, vio...

Y ahora sí, que nos casamos!!!!!

Mmm, aunque esto ya lo sabían. Así que les hago el resumen: el 10 de enero, a las 12 y media, Paula y yo nos reunimos con la jueza o delegada, acompañados por Tavo y Betina como testigos, y numerosos simpatizantes que se congregaron espontáneamente en oficinas del Registro Civil de Bariloche. Allí, la jueza, Laura, nos leyó algunos artículos que consideró conveniente que conociéramos, y luego tras preguntarnos si estábamos de acuerdo, nos casó. Y bajamos, y nos tiraron bocha de arroz, y nos dimos besos y abrazos. Y pueden ver fotos de todo eso acá. Y acá. Y también acá. Y seguro que habrá más.
Después, nos fuimos a comer pizza al Mundo de la Idem. Y después, a reposar un poco antes de la fiestita. Y saben qué comimos en la fiestita? Jejeje, obvio, un asado :) La pasamos muy bien, gracias a todos los que vinieron por venir a pasar este momento con nosotros, y los que no pudieron venir, no se preocupen, en uno o dos años hacemos otra más grande, y les avisamos con bocha de anticipación así todos pueden venir.
Para fotos de la fiesta, acá está mi selección. Y en las fotos de más arriba también hay de la fiesta.

Y después????

Y después vino la Luna de Miel, el Viaje en Familia, el regreso a Buenos Aires, la Triste Despedida Por Un Ratito, el Vuelo de Regreso, la Mudanza, y el Reencuentro Con Los Gusanos. Pero como todos estamos cansados, lo dejo para la próxima (pronta) entrada.