Bueno, finalmente el año se acerca a su fin. Por lo menos, el año de verdad; el académico del Hemisferio Norte solo va por la mitad. Y ya se vino el invierno, y afuera hace frío, caen heladas a la mañana y a las 5 ya es de noche. Así que me voy por un mes a pasar la fiestas en la madre patria, a asolearme un poco bajo la ola de calor que dicen que hay allá abajo, y volverme al lab todo bronceado para dar un poco de sana envidia.
Ya están hecho el dichoso prelim, aprobada mi propuesta de tesis, mi comité me congratuló y ahora solo es cuestión de hacer todo eso que propuse y me dan el papelito de dotor y el shot en el toor de regreso. Y aunque tenía la esperanza de poder relajarme un poquito en este mes entre que rendí el prelim y que viajo para el sur, mi jefa anda medio como loca porque tiene que presentar los informes de proyecto y tal, así que me puso de toque a hacer mil cosas. En fin, haré lo que pueda, que ya tengo las bolas hinchadas.
Mientras, Pau se prepara para su viajecito a la Antartida. A recorrer las islas de la península antártica bajandose en las islitas a contar pinguinos. Ya voy a ver si logro colarme el año que viene, que no es justo que yo tenga que pasar mis días en un aburrido laboratorio en el sótano.
Les decía que me voy pa las casas! Mi itinerario por ahora es aterrizar en Baires, irme de toque a Venado a ver a mis abuelos, y de ahi me voy para el sur. Paso las Fiestas allá, me pongo al día con todo el mundo, y ya despues alrededor del 10 de enero me vuelvo a Baires para pasarme una semanita por ahí. Ese es el plan. Se aceptan asados, en particular si vienen con un buen tinto. Nos vemos por allá!
