domingo, agosto 27, 2006

Fin de semana internacional


Hola, bienvenidos nuevamente por acá! Bueno, toca un breve resumen de lo hecho estos días. A veces uno piensa que es un poco aburrido que el blog sea simplemente un relatorio de anecdotas. Pero no creo que dure mucho en este formato. Luego pasará a ser algo un poco más reflexivos, cuando la rutina se asiente y realmente no haya mucho para contar. Pero mientras, los pongo al día...

Un empate

Cómo sé que quienes siguen mis andanzas pueden haberse quedado un poco pendientes de qué pasó con el dichoso curso de inglés, les cuento que al final llegamos a un arreglo. O mejor, Michele, la directora de mi programa de graduados, llegó a un arreglo, porque yo le pedí que se encargue ella de hablar con la gorda odiosa del instituto de inglés. El principal problema que se me presentó es que el único horario que habían puesto para el curso de dicción se superponía con la materia principal de este semestre, y que necesito cursar. Así que quedamos de la siguiente manera: si antes de que finalice el período de agregar/dejar materias se abre una sección nueva con otro horario, me registro y hago el curso este semestre. Si no, lo hago el semestre que viene. El curso lo pagan a partes Alexa (el proyecto) y el programa de grado.

En lo que respecta al cargo de TA, la directora de undegrads ya me aseguró tanto a mí como a Michele que aunque la gorda insista en que si uno es Teaching Assistant entonces necesariamente está teaching, y que yo no puedo, que mis tareas asignadas como lecture TA son exclusivamente de asistencia al docente y no hay motivo para que no me den el cargo, ni este semestre ni el que viene. Todos acuerdan que es un scam (una estafa), pero nadie puede hacer mucho al respecto. Pero al menos ya no me afecta gravemente (y hacer un curso de inglés no es lo que me molesta, sino el que me pueda perjudicar académica o económicamente, y ya no es el caso).

Entrenamiento!

El viernes pasé toda la mañana en unos minicursos sobre WebCT, un sistema de administración de cursos (alumnos, notas y contenidos) que usan por acá (aunque ahora lo están reemplazando por otro que se llama Blackboard). Está bonito, es algo parecido a lo que usa Tavo en sus cursos de Linux y Cisco, pero con mucho más respaldo a nivel de toda la universidad (es decir, el sistema está implementado a nivel de los encargados de la parte de sistemas informáticos de la UMD). Después de comer, tuvimos la primera reunión de TAs de BSCI222-Principles of Genetics, la materia en la que voy a estar trabajando. Conocí a mis compañeros, recibí el libro de la materia (guau, le dan uno a cada TA!), las soluciones a los problemas del libro y unos apuntes sobre el cargo (incluyendo un interesante calendario con las fechas de festividades religiosas de todas las religiones reconocidas por la UMD - incluyendo Wicca y Zoroastrismo!).

Modelando el futuro

Luego me reuni con Alexa para empezar a charlar sobre mis temas de investigación. Una linda reunión, porque delinee un poco mi idea general de como enfocar el tema, y luego fuimos hilando hasta dar con un punto por el que empezar: el cultivo de mis primeras poblaciones gusaniles, para hacer algunos experimentos sanguinarios (y si estamos hablando de ver cómo regeneran, se imaginarán de que va la cosa). Y por supuesto, amplia investigación bibliográfica.

Sábado de paseo y fiesta

El sábado a la mañana me levanté dispuesto a ir a la última de las actividades programadas: un paseo por Washington DC. Me llegué al punto de encuentro a las 9:45 y en vez de un gran gentío, solo me topé con unos pocos chinos y un bengalí perdidos como yo, y una rumana furiosa por haber estado esperando desde las 7 de la mañana. Una china, muy práctico, uso su telefonito para comunicarse con otro compatriota que sí estaba en el tour, y averiguó que habían partido más temprano y desde la estación de metro directamente. Así que nos fuimos para allá por nuestra cuenta, yo oficiando un poco de guía porque conocía el camino y como usar el metro. Finalmente encontramos al resto de la excursión en la Library of Congress.

A nivel de guías de turismo, los organizadores del paseo dejaban bastante que desear, pero al menos para mí, me interesaba más hacer un poco de sociales en el variopinto grupo de personas de diversas partes del mundo que aprender sobre los sitios y monumentos de DC. Subí un album de fotos del paseo a http://picasaweb.google.com/ezattara , entre las que también incluí algunas del viaje de abril para completar. Hacía un calor horrendo, como 34ºC húmedos y agobiantes en medio del asfalto. Y a eso de las 3 y pico, acompañado por una alemana, su anfitriona local, una coreana y una japonesa, emprendimos el regreso a College Park. Yo tenía que volver porque a las 4 y media nos reuníamos en lo de Alexa los de nuestro lab, y el lab de al lado, el Palacio del Sexo Gusanil.

Pasé por el mall de Prince George Plaza, con la idea de comprar un vino para llevar a la reunión, y allí me topé con la terrible realidad de que en este estado, sólo las licorerías pueden vender bebidas alcohólicas. Encima que todo queda en la loma del culo hay que andar de acá para allá para hacer una compra básica!

La reunión estuvo bien, comimos y charlamos, y a eso de las 8 y media cada cual siguió su ruta y yo me vine a casita a subir fotitos a las galerías y a elegir algunas para imprimir.

Domingo de limpieza y orden

Y el domingo tocó día de limpiar y ordenar un poco. Lavé la ropa en la super lavadora heavy duty que hay en la casa, que no solo tiene una capacidad bastante grande, sino que además tiene un segundo compartimento con una secadora de aire caliente. De lujo, en una hora y media tenés lavada toda la ropeta. Y también encontré un estropajo, así que finalmente pude fregar el piso de mi cuarto como corresponde. Y ordené papeles, y salí un rato a la tarde a comprar leche, que me se había acabado.

Y eso es todo! Nos vemos en la próxima entrada.

miércoles, agosto 23, 2006

(des)Orientación internacional

Comienza la semana 2

Bueno, esta semana ya empezaban actividades más serias. Por empezar, Alexa, mi advisor, regresaba de Francia. Y así lo hizo. Por otro lado, empezaba la semana de Orientación a Estudiantes Internacionales (como yo, vamos). Así que la semana prometía. Pero lo primero era dar el dichoso microteaching. Cosa que hice el lunes, tras preparar un tema simplecito (propiedades de los sistemas vivientes). Lo presenté, y como uno de nuestros panfletos informatios decía que ni preguntáramos por los resultados de los exámenes, que los iban a mandar directo a nuestros respectivos departamentos, me olvidé del tema. Total, si venía el mal trago, vendría luego. Hablé con Alexa como para empezar a delinear una estrategia de trabajo, y me dediqué a leer.
Al día siguiente empezaron las sesiones de Orientación, pero como yo ya había adelantado algunos trámites, lo único que tuve que hacer fue pasar por el Health Center para ver el tema del registro de inmunizaciones, el cuál, para mi sorpresa, estaba en orden y correcto, y fue dejar el papelito e irme. Luego aproveché para hacer algo de recorrido por bibliotecas (oh, un capítulo aparte, me encantan), y seguir estudiando un poco.

Miércoles atareado

Hoy fue un día largo, el primero a full desde que llegué. Desde las 9, estuve en diversas sesiones de orientación: orientación académica, asuntos de inmigración, seguros médicos, temas de seguridad, y nóminas de sueldo e impuestos.

Dejenme decirles algo: cuando en las pelis hacen tantas veces mención al tema de los impuestos, no es sólo por un lugar común - realmente se las ingeniaron para generar un sistema impositivo que, en las propias palabras de quien nos daba la sesión de orientación "sólo los abogados impositivos lo entienden". Ahí me enteré la agradable noticia de que entre impuestos federales y del estado de Maryland, se comían un 28% de los ingresos! Y ni siquiera tienen salud pública! Quienes hablaron conmigo ultimamente habrán notado que estoy tratando de defender una postura generosa hacia mis anfitriones (hey, es mucho dinero lo que pagan para que estudie acá), pero la verdad que no entiendo como la gente tolera semejante carga impositiva con un estado que le devuelve tan poco (a menos que la gente realmente considere que todas las guerras en las que su gobierno mete tropas realmente beneficia sus intereses personales y por tanto es una inversión adecuada). No me respondan a eso... lo dejo al criterio de cada cual. Lo cierto es que ahí me enteré de algunos países tienen acuerdos con el gobierno de los EEUU sobre excención impositiva, y entre esos países no figura Argentina, pero sí España (gracias, señor Bigote! - I went to the whitehouse...). Y que ese tratado se aplica no a tu país de ciudadanía (no, Italia no tiene tratado), sino al de residencia en tus últimas seis meses. Oh, vaya, me dije, y salí corriendo a ver si podía cambiar el formulario que había firmado el lunes con el "Argentina" que había puesto por simplicidad, por uno que diga "Espein", que no solo me conviene sino que además es cierto. Pero bueno, como los tax treaties solo se aplican a gente que tenga número de seguridad social, y yo recién puedo empezar a tramitarlo el lunes que viene, supongo que eso lo haré valer recién para el formulario de devolución de impuestos (¿?)

"A close second candidate" a la cosa más complicada en este país es, por supuesto, el tema de los seguros médicos. Algo de eso habrán oído. Sin medicina pública, tener algún tipo de cobertura de salud mediante un seguro es condición sin equa non para ser atendido por cualquier médico ante cualquier emergencia. Imagínense que sería como si en Argentina no hubiera obras sociales (solo prepagas) y si los hospitales públicos no existieran. Como eventual empleado de la universidad, yo tengo acceso a algunos beneficios que incluyen acceso a planes relativamente convenientes (ménos de 100 dólares al mes), ya que el empleador cubre casi el 80% de los costos. Pero aún así, hay una amplia gama de opciones, y unos formularios espantosos en los que hay que plasmar tu apuesta sanitaria a fuerza de rellenar circulitos con lapiz.

Un policía del departamento de policía del campús vino a darnos consejos varios de seguridad, y la verdad es que estuvo gracioso. A veces es dificil saber bien qué nivel real de inseguridad hay en el campus y alrededores, sobre todo porque cuando alguien dice una impresión, hay que ver contra qué se compara. Pero bueno, es bueno saber qué recursos hay disponibles (por ejemplo, si hay que hacer una caminata por el campus a altas horas de la noche, podés llamar al depto de policía y pedir un acompañante que camina con vos). Como dijo jocosamente, "es un servicio disponible: no dejen de usarlo por timidez - incluso pueden conocer a alguien nuevo!".


Baldazo esperado

La mala noticia del día, por supuesto, la supe cuando fui a saludar a Michelle Dudash, la directora de mi programa doctoral. Ya se imaginan, los cerditos del MEI me dieron un "conditional pass" en mi examen de ITA. O sea, que según ellos tengo "deficiencias en la pronunciación del inglés americano" que requieren que me apunte a un curso de "american english pronunciation" de cuatro créditos (que no me sirven para mi carrera, y que no puedo pagarlos con la "tuition remission"), y que no puedo dar clases a undergrads de nivel bajo (primer y segundo año, cursos 100 y 200).
Así que le comenté a Michelle que a mí me habían asignado como Lecture TA (algo así como asistente del docente durante las teóricas), una posición en la que generalmente no hay trabajo frente a alumnos (discusiones, corrección, poner notas), y ella estaba averiguando si así sí puedo trabajar de TA. En caso contrario, Alexa tiene que usar dinero para contratarme como RA (asistente de investigación), y no sería muy simpático.
Yo me quedé medio enojado, porque me parece que es una exigencia demasiado alta para alumnos internacionales, sobre todo cuando me comunico bastante bien con la gente acá, aún cuando sé que mi acento definitivamente no es muy "american" que digamos. Pero bueno, por otro lado, estaba preparado desde que no me exceptuaron en la entrevista original, porque me habían comentado que todo el tema de este examen seguramente lo iba a aprovechar el MEI (Maryland English Institute) para echar agua para su molino y alumnitos a sus cursos... porque después de todo, de qué va a comer un instituto de inglés en EEUU si no es de los extranjeros no angloparlantes?
Al menos las instrucciones especifican que el costo del curso (en mi caso, unos 933 dólares por semestre) los paga el departamente, así que confío en que solo tendré que lidiar con los impuestos en mi nómina.

Bueno, es todo por hoy, amigos. Prometo responder los comentarios, incluyendo los del post anterior. Estaba dudando si responderlos como comentarios adicionales o al siguiente post, pero al final me decanto por lo primero.

domingo, agosto 20, 2006

La primera semana

A pedido del público, voy a hacer, ahora sí, un breve resumen de mi primera semana en los Estados Unidos. Comenzaré, por supuesto, con mis últimos días en Argentina.


Mi Buenos Aires queridoooo…

… cuando yo te vuelva a veeeer. Buenos Aires, mi ciudad natal, que ahora es la que me ve pasar siempre de camino a algún sitio distinto. Lo cierto es que pasé por Baires, alojándome como es habitual en casa de mi querida Tania, por unos pocos y fugaces días. Cualquiera que haya pasado por la situación de “estar por irse” sabrá qué sensación más incómoda que produce: una mezcla de añoranza por el lugar que está por dejar, y de ansiedad por llegar a destino, aunque sea para dejar de sentirse así. Así que reservé el poco tiempo que quedaba en Argentina con mis hermanitas (las tres, reunidas en evento extraordinario), y así llegué a Ezeiza.

Cabe recordar que mi llegada a la capital coincidió con un notable revuelo en Londres causado por el “desenmascaramiento” (¿?) de un plan terrorista para hacer explotar aviones en el aire usando explosivos líquidos disimulados como pastas de dientes o perfumes. Total, que había un estado de alerta (y por consiguiente, de caos) respecto a las medidas de seguridad a tomar. Cuando llegaron rumores de que no se podía llevar equipaje de mano en absoluto, decidí llamar a Delta (la aerolínea que habría de traerme a USA), y un amable cubano de Miami me explicó con detalle qué llevar y que no en el equipaje de mano (ajá, si podía llevarlo), y que tenía que, eso sí, transportarlo todo en bolsas de plástico transparente. Oh, vaya, eso sí que es una idea excelente! Si han viajado en avión, saben bien lo que uno siempre lleva en el equipaje de mano: los documentos y el dinero, algún que otro libro, y todos los objetos frágiles o valiosos (y típicamente densos y pesados) que uno no quiere dejar a la buena de dios en una maleta que sabemos que será observada, vapuleada, y, por qué no, saqueada, durante el lapso entre que nos desprendemos de ella y nos es devuelta tras una angustiosa espera en una lenta cinta transportadora. O sea, imagínense intentando llevar la notebook en una bolsita de plástico transparente, las del supermercado para la fruta por ejemplo. Imagínense todas las cosas en veinte bolsitas (porque con el peso de todo no hay bolsa única que aguante). Imagínense la bolsa rompiéndose en la mitad del aeropuerto, desparramando los cds/documentos/libros! ¿Se imaginaron? Qué bueno, porque yo también, y opté por ignorar semejante ridiculez.

Cosa que resultó buena decisión, porque hubiera pasado una vergüenza terrible apareciéndome con las veinte bolsas yo solo (como hubiera pasado, porque obviamente que no había nadie con su equipaje de mano distribuido como si lo acabara de comprar en el supermercado). Eso sí, el otro consejo que me dio el miamense de Delta sí fue bueno: que no me preocupara por perder el vuelo de conexión, que me daban lugar en el siguiente sin dramas. Y eso fue bueno, porque obviamente perdí ese vuelo. Ya llego a eso…

Ezeiza, cola para el check-in, al entrar una chica me hace preguntas de rigor (“¿fue usted quien armó su equipaje? ¿nadie le pidió llevar algo sin saber qué es?”) y me deja entrar a una cola lentísima tras pasarse un buen rato tratando de darme un pasaje. Al llegar, la muchachita pretende cobrarme 25 dólares de sobrepeso porque una de las valijas estaba excedida en 1 kg. Pasé la tirada de persuasión y me ahorré el gasto. Acto seguido, voy a pagar la tasa de aeropuerto (robo único en el mundo, escuchaba a los extranjeros quejándose por lo desubicado de la tasa), hala!, 18 dolores, tenía 17 verdes y una moneda de 1 euro, pero por supuesto no me podían aceptar un pago mixto. ¡Má sí, tomá la tarjeta! Vamolón para entrar al chequeo de seguridad, antes sesión de fotos de despedida, y se me adelanta un equipo de deportistas ingleses que se iban de juerga a Barcelona. Genial. Bueno, control de seguridad, fuera hasta los zapatos. Llegamos a la puerta de embarque, me siento, llega el personal de delta, nos hace pararnos, salir, y volver a entrar previa revisión de los contenidos del equipaje de mano (¿cómo? ¿no me dicen nada de que no traje mis cosas en bolsitas de plástico?). Subimos al avión, salimos, viajamos, llegamos sin incidentes. Bueno, sí hubo un incidente, o mejor dicho, una anécdota: al cenar, pedí vino tinto, y la azafata me preguntó si era mayor de edad :P Me sirvió un Syrah (Shiraz) californiano que estaba rico, suavecito, fácil de tomar y fácil de olvidar.

Cuestión que aterrizamos en Atlanta, y a hacer la cola de inmigraciones. Mi vuelo original se fue cuando todavía estaba en esa cola. Por suerte siempre uno puede hacer sociales: esta vez tocaron una rosarina y una uruguaya (sólo charlamos, ni siquiera intercambiamos información de contacto). Llega mi turno, le muestro mi pasaporte, visa e I-20 a la oficial de inmigraciones. “So, you’re gonna be a doctor” dijo, y hizo sentir muy contento =)

Pasados los controles de inmigración y aduana, recuperé mi equipaje, pedí un vuelo nuevo a Washington, y despaché mi equipaje nuevamente. Allí, otra cola, otro control de seguridad aeroportuaria, y de nuevo como pasajero en tránsito. El aeropuerto internacional de Atlanta es tan grande, que hay como un subte que te lleva de una terminal a la otra. Subí a mi vuelo, y a eso de las 12 del mediodía, aterricé en medio de Washington DC.

Monday – Getting home

Cuando llegué a Atlanta, llamé a James, mi compañero de lab, y a Tony, mi arrendatario, para avisarles que había llegado. En el Reagan Internacional Airport hay una estación de metro (38°51'10.81"N; 77° 2'36.50"W), así que me vine en metro hasta la estación de Prince George Plaza (38°57'54.91"N; 76°57'21.56"W) y llamé a Tony, quien se había ofrecido para venirme a buscar y llevarme hasta su casa (y mí habitación). Llegó y vinimos a la que será mi hogar por al menos seis meses. La casa está en una de las tantas localidades que componen los suburbios de Washington DC (o sólo DC), que se llama University Park (el campús está en la localidad de al lado, en College Park). El barrio es muy bonito, todas casas de ladrillo y techo a dos aguas, metida en un bosque templado, lleno de ardillas y aves varias. Mucho verde, calles tranquilas con coches que circulan despacio.

La casa en sí (38°58'28.78"N; 76°57'1.48"W) tiene el formato típico, planta baja y alta y un sótano, que solo está enterrado en la mitad inferior (o sea, tiene ventana que da al exterior). En la planta alta, hay dos habitaciones, un baño y un altillo. En la más grande de las habitaciones estoy yo, y en la otra está Steve, un chico que estudia algo de ingenieria de incendios forestales, o algo así. La habitación en sí es de unos 4x4 metros aprox, más un closet bastante grande, que incluso puede usarse como estudio con un escritorio chico y un velador. Hay una cama tipo somier, de plaza y media, una heladera tamaño familiar, una tele y un par de mesitas ratonas con rueditas. Hay ventanales en dos de las paredes, y mucha luz durante todo el día. En fin, que está muy bien.

Tras acomodarme, guardar mi ropa en el closet y descansar un toque, descubrí mi primer desafío relacionado con el shock cultural: los enchufes. Con horror, me di cuenta de que no tenía ni un adaptador adecuado, y que lo único que podía enchufar era el cargador del teléfono, porque viene con enchufe dual. Acá la toma es de dos patas planas y paralelas, de tamaños distintos, y una toma a tierra redondeada. De hecho, la toma parece un smiley! Por suerte, Tony tiene una notebook compaq, y un cable compatible con la mía. Así me pude conectar sin miedo a quedarme sin batería.

Pasado el mediodía, salí con mi mapa rumbo al campus, al que arribé tras una media hora de caminata. Acordándome de mi pasada por allí en abril, fui hasta el Biology-Psychology Building (38°59'19.11"N; 76°56'33.90"W) y bajé hasta el lab para encontrarme con James. Estuve un ratito ahí, y luego se ofreció a llevarme de compras. Así que fuimos a un RadioShack, donde conseguí un cable adecuado para la compu y dos adaptadores, y luego fuimos al Prince George Plaza Mall, donde adquirí un popurrí de cosas que necesitaba, tales como sábanas, una almohada, alimentos varios, y etcétera. Luego me despedí y me quedé en casa el resto de la noche.

Tuesday – Landing

El martes pasé la mañana en casa, y después del mediodía puse rumbo a la uni. Pasé por la oficina de los Internacional Education Services (IES) donde verifiqué que estaba registrado para las sesiones de orientación de la semana siguiente, y me dijeron que al día siguiente había una Welcome Session. También me llegó un mail de Patty Shields, una de las profesoras a cargo de la materia para la que voy a ser asistente de docencia, y quedé pasar por su oficina el miércoles. Estuve imprimiendo unos papers que Alexa me dejó (Alexa Bely es mi academia advisor, la jefa del lab, y llega el lunes) como lecturas de base, y después nos fuimos con James a tomar algo. Fuimos a un barcito, y nos entretuvimos con el espectáculo algo decadente de dos muchachitas (undergrads probablemente) algo alcoholizadas que estaban un tanto, como decirlo, exaltadas digamos… En ese momento, como en otros, me sentí adentro de una película: el acento, las caras, los lugares comunes (una de las chicas al parecer era o había sido cheerleader de uno de los equipos locales)… Terminado el espectáculo (y las cervezas) nos fuimos a un local de comida rápida mejicana, donde cenamos (a la luz del sol) y después James me dejó en casa.

Wednesday – Getting into paperwork

Tras remolonear durante la mañana y almorzar, fui para el campus a fin de llegarme a la Welcome Session. Al entrar, observé que la gran mayoría de la comunidad internacional está compuesta por hindúes y orientales (chinos, koreanos, tailandeses, etc.). Había dos chicas rumanas, algunos mejicanos, y una con pinta europea a la que no pude asignar nacionalidad hasta que le vi el pasaporte argentino :P

Nos hicieron llenar un formulario, y nos pidieron pasaporte y papeles de inmigración para fotocopiar. Nos dieron una lista de cosas que teníamos que hacer y algunas indicaciones específicas al respecto (por ejemplo, para sacar la tarjeta de la seguridad social, y un carnet de conducir). Luego nos llevaron a una sala con compus para que verificásemos nuestra presencia en la uni (¿?). Aproveché para entablar conversación con algunos de los estudiantes (ups, algunas en realidad, con la argentina y una mejicana) para enterarme respecto a una entrevista para un examen de inglés que me habían dicho que tenía que rendir para poder ser TA (Teaching Assistant, asistente de docencia), pero no pude averiguar mucho, excepto que mi departamento debería haberme inscrito ya.

Luego fui a ver a Patty Shields, quien me contó brevemente en qué consistía mi tareas (que les contaré en otro momento), y finalmente me fui al lab, donde estuve imprimiendo más papers. James se ofreció a llevarme de compras, y aproveché para seguir aprovisionando mi casa.

Thursday – Interview with the Vampire

El jueves decidí levantarme temprano. Quería averiguar bien el tema del examen de inglés, y hacer otros trámites, tales como sacar mi tarjeta de estudiante (Student ID), abrir una cuenta de banco, avanzar un poco con el papeleo del TA, y así. Además, habiendo comprado pilas para el GPS, me lo llevé para ayudarme a orientarme un poco mejor en al menos algunos aspectos de mi nueva vida. Fui al MEI (Maryland Institute of English) a averiguar por el examen, y de ahí me mandaron a ver a Lois Reid, de la oficina de graduados del departamento de Biología. Lois (a quien había conocido en abril) me recibió, y se puso a averiguarme lo que necesitaba, para luego mandarme a hablar con la encargada de ponerme en la nómina de sueldos de la universidad y luego con la directora del MEI. Fui a ver a ambas, la directora del MEI me dijo “vení al mediodía”, fui al mediodía y tras esperarla media hora llega y me dice “ah, pero tenías que venir al otro edificio”. “Oh” le dije, y me dijo “no te preocupes, tomá este numerito y andá al otro edificio para que te hagan la entrevista”.

Así que me llegué al otro edificio (el Holzapfel Hall, te encargo la pronunciación), y me quedé esperando con otros ITAs a que me entrevisten. Ahí hice migas con otros que como yo estaban a la espera, en particular con un chino muy buena onda que se llama Juanjo (pero en chino, eh) y una turca (me gusta más “turquesa”) llamada Fátima. Hice la entrevista, eran unas pocas preguntas sobre mi origen y procedencia, y algo sobre docencia. Los resultados nos los daban a las tres de la tarde. Me fui a almorzar, pasé por el lab y luego volví a ver cómo me había ido. Me encontré con todos los que describí antes allí, y con la sorpresa de que mi inglés no les había gustado lo suficiente como para exceptuarme de hacer el examen :( Así que tuve que quedarme a ver como la directora del MEI, muy sonriente, nos explicaba acerca del microteaching, una evaluación que consistía en dar una “miniclase” de 8 minutos sobre un tema a elección ante un tribunal evaluador. Además, al día siguiente tenía un listening.

Mientras, esa mañana también aproveché y saqué la student ID card, y una cuenta bancaria en un banco de lo más cómico por su nombre: Chevy Chase Bank :P

Y a la tarde, medio hinchado las bolas por lo del examen, me vine para casa.

Friday – What the f… did you say!

El viernes me levanté y salí como para llegar al “listening”, previa pasada por el lab a saludar. El listening consistió en llevarnos a una sala con compus, y pasarnos una cinta con 20 preguntas grabadas, simulando preguntas típicas de undergrads, cada una de las cuales oíamos una única vez, y teníamos que escribir la pregunta y una respuesta breve a la misma. Para aprobar el examen, hay que contestar correctamente 16 de las 20. Hubo una en que ni me enteré de qué iba, y al menos un par que escuché más o menos. Así que salí un poco enojado, porque en la vida real, si alguien viene con una papa en la boca, lo normal es pedirle que te repita la pregunta. Luego fui a la biblioteca McKeldin (38°59'9.62"N; 76°56'41.54"W), la más grande del campus (tiene 7 pisos), a buscar un libro de biología de primer año para preparar el microteaching que tengo el lunes, y además para activar mi código de barras del ID de modo de poder meterme en el portal de acceso a e-journals de la uni. Claro que tuve que poner en juego mi experiencia bibliotecaria para encontrar el libro, porque acá usan la clasificación de la Library of Congress y no el Dewey, y estaba un poco complicado ubicarme en 7 pisos (aunque fui derecho al 7mo y eso estuvo bien). Almorcé en el lab y estuve el resto de la tarde buscando papers, hasta que James y yo abandonamos el buque, y me alcanzó a casa. Luego me fui hasta el mall de Prince George Plaza, y me compré más cosas para la habitación (otra almohada, un tacho de basura, cubiertos y cosas por el estilo).

Saturday – A stroll to the lake

El sábado me lo tome con calma. Estuve ordenando papeles y cosas, leyendo papers y vagueando un poco todo el día, y a la tarde decidí salir a caminar en plan “random walk” para ver si llegaba al Artemisia Lake (38°59'5.91"N; 76°55'19.67"W), una laguna que había visto en las fotos aéreas mientras hacía prospecciones con el google maps durante la fase de “buscar casa” antes de llegar. Cómo mi mapa solo me indicaba como llegar hasta la estación de metro de College Park-U of Maryland, desde allí mi ruta fue un tanto divagante, y di un buen rodeo, topándome con el aeropuerto local. Pero al final topé con unas sendas para peatones y bicicletas que me llevaron a la laguna. Un lugar agradable y tranquilo, muy parquizado (toda la senda es estrecha pero pavimentada; alrededor del lago hay diversos bancos y hasta baños), metido en un bosque bastante denso y bonito.

Aproveché para sacar algunas fotos, y tomar un poco de aire (aunque la verdad es que esto no tiene nada que ver con vivir en una ciudad, pero no sé muy bien con qué compararlo). Luego, ayudado por el GPS, emprendí el camino de regreso, previo paso por un super a aprovisionarme de más comida congelada y un postrecín.

Sunday – Hey, that’s today!

Y hoy domingo, me quedé en casa. Según el pronóstico iba a estar nublado, pero amaneció con sol… claro que cuando empecé a pensar en salir, hacían 33ºC, así que me dije “ni en pedo” y me quedé con mi aire acondicionado escribiendo esta super-entrada en el blog. Y hace un ratito cayó un chubasco que duró minutos, y ahora está todo oscurito. Y tras subir esto, voy a ponerme a preparar el dichoso microteaching que tengo que rendir mañana. Ya les contaré

Bueno, si llegaron hasta acá, es porque realmente les importa qué es de mi vida. Y saben que eso siempre es una alegría para mí. Recuerden que pueden usar los comentarios para hacer preguntas o simplemente comentarios (justamente). Saludos!

Nota al pie: si hacen click en las fotos, se ve una versión más grande.

jueves, agosto 17, 2006

Uy, dio, cuanto tiempo que pasooo!

Bueno, finalmente y después de mucho, logro disciplinarme y entrar en el Blogger para retomar este blog. No sé por qué me cuesta tanto, la verdad, si al final escribo mucho más al repetir lo mismo todas las veces por messenger. Supongo que porque no tengo la presión de alguien a quién contestarle inmediatamente. Así que decidí establecer en este nuevo período de mi vida una BlogNight (o algo así) a ver si puedo darle un poco de periodicidad a mis entradas.

En nuestro capítulo anterior...

¿Madrid? Vaya que pasó tiempo desde eso. Bueno, a ver, eso fue en marzo, hace ya 5 meses. Tratando de resumir: volví de Madrid, recibí la visa B1/2 y a principios de Abril, tras rendir mi GRE Subject Biology (de una dichosa vez, y con muy buenos resultados), me subí a un avión de British Airways rumbo a la América del Norte, que pisaría por primera vez aterrizando en Dulles International.

Los pormenores de mi viaje preparatorio los dejo para otro día. Basta decir que fue muy fructífero conocer allí a Alexa Bely, mi contacto y ahora tutora académica (advisor), a los que trabajan en el Bely Lab, en especial James (grad student) y Pat (postgrad). También a la directora y secretaría del programa doctoral al que me habían aceptado, el BEES (Behaviour, Ecology, Evolution & Systematics). También aproveché para conocer la capital estadounidense, Washington DC.

Tras mi regreso, anuncié en la empresa que solo iba a estar hasta fines de julio, decisión que fue lamentada pero apoyada entre la gente de la misma, lo cual me resultó muy agradable, ya que tenía una excelente relación con ellos y sentía que irme a poco de llegar era... bueno, un poco brusco.

La vida continuó desde entonces en Barcelona, tratando de aprovechar esa hermosa y festiva ciudad todo lo posible. Siempre es un poco dificil estar en un lugar sabiendo que la estadía tiene fecha de expiración, porque hay un montón de cosas que se dejan de hacer. Pero al menos me sentí en todo momento rodeado de gente con la que me gustaba estar, y creo que eso es algo muy, pero muy valioso. Un par de paseos por Andalucía para ver a mi familia paterna también vienen al cuento, y algún viajecito a Finlandia que por esta vez no pudo ser.

Hay mucho por contar de esos meses en la Ciudad Condal y las cosas que por allí pasaron, pero como quiero llegar al presente, dejaré eso para futuras entradas, cuando la rutina me atrape y ya no haya nada nuevo y actual por contar.

Vacaciones en el sur

Finalmente, un 5 de julio por la noche, bajo un cielo encapotado y a la luz de los relámpagos, tras una tierna despedida emprendí viaje rumbo al Prat, para subirme en un avión nocturno que habría de dejarme de regreso en mi ciudad natal: Buenos Aires. Allí, fui cálidamente recibido por mis hermanas y su padre, y aproveché para visitar algunos amigos y parientes (en especial, a mis primitas Zattara, una de las cuales está todavía estrenando su flamante matrimonio) en el poco tiempo que tuve antes de continuar el rumbo sur de mi viaje. El objetivo: llegar a festejar mi cumpleaños en Bariloche!


Invierno blanco

Bariloche me recibió con abundante lluvia. Dejaré para otro momento las diversas reflexiones sobre este paso. Simplemente diré que fue una gran oportunidad para ver como muchas cosas que habían quedado colgadas por mi partida a Barcelona se habían cerrado, y otras cosas pendientes pudieron concretarse finalmente con gran éxito. Lo cierto es que a las pocas semanas de mi llegada (de nuestra llegada, porque mis hermanas también se sumaron a estas vacaciones de regreso al hogar, para alegría de mamá), la lluvia trocó en nieve, el mundo amaneció blanco, y más o menos por esos días, la vida se tornó hermosa.


Vuelvo al norte

Pero llegó el momento de partir, rumbo a la Capital primero, y paso siguiente, al gran país del norte. En un momento un tanto ríspido, debo decir, para subir en aviones destinados a Washington DC. Pero el viaje transcurrió sin imprevistos ni complicaciones extremas, y un 14 de agosto desembarqué en el verano nuevamente para encontrarme con mi nuevo compañero de piso y comenzar el siguiente paso en mi eterna carrera.